domingo, 26 de marzo de 2017

El miedo, ¿tu mejor aliado?


Las personas exitosas saben que sin riesgos y sacrificios no hay ganancias, y que el temor a perder puede ser un motivador muy poderoso.





Por años, mi consejo a los emprendedores siempre ha sido: “No renuncies a tu trabajo”. Recientemente, he estado pensando a profundidad acerca de este consejo y sus implicaciones. He reflexionado en cómo mis colegas y yo hemos alcanzado el éxito, y me he dado cuenta que todas nuestras experiencias tienen una sola cosa en común: Todos habíamos metido la piel en el juego.

Lo que quiero decir con esto es que teníamos algo que perder. Cuando he sido exitoso, es porque personalmente he invertido en un proyecto. Necesitaba que funcionara. Francamente, temía que no fuera así. Y lo mismo les ha ocurrido a todas las personas exitosas que conozco.

Para bien o para mal, una forma segura de motivación es el miedo. Así que empieza a pensar en el miedo como tu mejor aliado, ya sea el miedo al fracaso o el miedo a la ruina financiera.

Para tener éxito en cualquier aventura de negocios, debes poner la piel en el juego. Básicamente, debes hacer un compromiso. Y pocos compromisos son tan sólidos y obligatorios como invertir en algo financieramente. Por lo tanto, aunque sigo pensando que renunciar a tu empleo es demasiado extremo y es la decisión incorrecta para muchos aspirantes a emprendedor, pienso que aquellos que se toman seriamente sus metas necesitan poner todo su tiempo y esfuerzo en sus ideas.

Seamos realistas: es bastante fácil gastar el dinero de los inversionistas. Pero es muy diferente cuando es tuyo. Un beneficio añadido de poner la piel en el juego es que los inversionistas y posibles licenciatarios te respetan más. Te toman con seriedad.

En el show de televisión de ABC Shark Tank, los ‘tiburones’ hacen preguntas a los participantes sobre cuánto dinero han invertido personalmente a su producto. Lo que hacen es tratar de determinar qué tan motivada estará la persona para ver las cosas y hacer que funcionen, así como su nivel de involucramiento con su propio negocio.

Las veces en las que he triunfado fueron aquellas en las que era todo o nada. No hay un punto intermedio. O estás dentro o estás fuera. No hay nada casual acerca de ser emprendedor. ¿Con esto quiero decir que inviertas todo lo que has ahorrado en tu plan de negocios en este mismo instante? No. Sé prudente.
Antes de invertir debes estar seguro de que sea la idea y el producto correctos. Pero es importante entender que no hay mayor compromiso que uno financiero (especialmente para un emprendedor con los bolsillos apretados). En mi primera etapa como empresario crecía con el miedo. Dejaba que me motivara.

Hay muchas formas inteligentes de reducir los riesgos en tu aventura emprendedora. Y no me tomes a mal –simplemente tirar dinero en tu plan no es la mejor idea. Pero te garantizo que trabajarás más duro y más tiempo si personalmente inviertes en ti mismo. Si lo haces, hay mayor probabilidad de que superes los obstáculos. Nunca tomarás un no como respuesta.

Así que busca una manera de poner la piel en el juego. Es de lo que se trata ser emprendedor: De ser valiente y tener coraje para enfrentar la incertidumbre y el riesgo.

Piensa en tu producto o negocio. ¿Cuánta piel estás dispuesto a poner en el juego? Si no lo sabes, entonces podría ser una buena señal de que esta oportunidad no sea la correcta.




Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/266646

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